16 outubro 2008

Do diario El País.

Um Brasil bilíngüe

Javier Rodríguez Marcos
Em Toledo

"Um político de verdade é o que sabe governar a pólis, a cidade. E o presidente Lula o é. É um homem de Estado extraordinário que tem a energia e o conhecimento para dar a seu país o lugar que o Brasil merece na América Latina e no mundo." Assim falou na segunda-feira o escritor mexicano Carlos Fuentes sobre Luiz Inácio Lula da Silva, com quem compartilha o Prêmio Internacional Dom Quixote. É verdade que, ao ouvi-lo falar, parece que sobram idéias e energia a esse ex-sindicalista nascido em Garanhuns, estado de Pernambuco, há quase 63 anos. Em meio à onda de admiração, ele lembra que perdeu várias vezes as eleições antes de se instalar no Palácio do Planalto em Brasília pela primeira vez, e por maioria avassaladora, em 2002. Quatro anos depois repetiu no que havia sido o primeiro título "universitário" de sua vida, o de presidente.

Lula costuma recordar que de seus anos de experiência sindical ficou uma idéia: ninguém respeita um interlocutor que não respeite a si mesmo. Por isso, para ganhar em prosperidade e em respeito internacional, decidiu estreitar laços com seus vizinhos da América Latina. E assim decidiu promover em seu país a Lei do Espanhol, que obriga todos os centros de ensino secundário do Brasil a oferecer como opcional a língua castelhana. O resultado é que se prevê que o milhão de alunos que atualmente cursam espanhol se transformem em 12 milhões nos próximos quatro anos. Além disso, serão necessários 30 mil professores. Tudo sem contar com os nove centros que o Instituto Cervantes tem espalhados pela geografia de um país de 180 milhões de habitantes e dimensões continentais.

O Brasil bilíngüe, pois, tem hora para decolar, coisa que Lula, longe de ver como uma ameaça, considera uma oportunidade. "Integração" é a palavra que o presidente brasileiro mais repete ao explicar seus planos. "E não pode haver integração sem falar a mesma língua." Ele foi o primeiro a construir uma ponte entre seu país e o Peru. O mesmo fez com a Bolívia. Também gosta de lembrar que o Brasil tem milhares de quilômetros de fronteira com todos os países da América do Sul, menos Equador e Chile. Não tinha sentido viver com os olhos voltados para os EUA, país que, além do mais, acaba de superar a Espanha em número de falantes de espanhol.

Lula só fala português, mas se entende tudo o que diz. Tem as idéias claras e um velho objetivo: promover a educação e reduzir a pobreza de seus compatriotas. Em vez de se colocar, como tantas vezes, nas mãos da providência, ele se pôs a trabalhar: o Brasil recebe US$ 90 de cada US$ 100 de investimento estrangeiro que chegam à América do Sul. Por acaso, ele costuma dizer que Deus é brasileiro. Isto é, dentro de alguns anos, Deus falará espanhol.

Tradução: Luiz Roberto Mendes Gonçalves
Visite o site do El País

09 outubro 2008

Los Beatles y los Stones sólo fueron cínicos capitalistas, según un historiador de Cambridge
Los Beatles y los Rolling Stones no fueron héroes de la contracultura, sino capitalistas que explotaron cínicamente la cultura juvenil de los años sesenta con fines exclusivamente lucrativos, señala David Fowler, el historiador británico de la Universidad de Cambridge, en una flamante publicación académica.

ENEMIGOS INTIMOS. Jagger y Lennon, que luego pasarían unas buenas vacaciones en Jamaica junto a Peter Tosh, compitieron siempre por la popularidad entre los más jóvenes. Para David Fowler, siempre se trató de dinero y ostentación.
AnteriorSiguiente

1 de 3

El hecho de que, tanto unos como otros, fueran tan populares -John Lennon llegó a decir en 1966 que eran más famosos que Jesucristo- no los convierte en líderes de toda una generación, argumenta el hereje David Fowler, de la Universidad de Cambridge, en un estudio publicado bajo el título de La Cultura Juvenil en la moderna Gran Bretaña.

Para el historiador, el movimiento Swinging London vivido en los sesenta fue antes una celebración de la abundancia económica de esta elite que una edad dorada para la juventud inglesa, reconoce un comunicado de la Universidad de Cambridge, que se ha hecho eco del estudio de Fowler.
"Eran jóvenes capitalistas que, lejos de desarrollar una cultura juvenil, explotaron a los jóvenes promoviendo una cultura de ciega adoración de los fans, griterío insensato y consumismo pasivo entre los adolescentes", critica el profesor, que llega a equiparar el fenómeno de los Beatles con el vivido con las Spice Girls en los noventa.

Fowler recuerda que los Beatles participaron en programas de televisión populares de aquellos años que eran "simple entretenimiento familiar" y de ningún modo estaban en la vanguardia de la cultura juvenil, sino que ese fenómeno de la alta sociedad era inaccesible para la mayoría de los jóvenes entre 18 y 25 años.

Para Fowler, ni los Beatles ni los Rolling Stones estaban interesados en hacer de portavoces de los jóvenes de su generación sino que lo único que les interesaba era vender discos.

El comunicado apunta que el propio Mick Jagger se definió una vez como "sólo un músico" y que la afición de los Rolling Stones por comprar grandes mansiones en el campo y vivir como la alta burguesía era algo que sus fans difícilmente podían copiar.

El historiador argumenta que los "mods", movimiento que comenzó en algunos barrios del norte de Londres y se extendió por todo el país en tres años (1964-67), fueron "un fenómeno cultural más importante que los Beatles porque generaron el primer movimiento juvenil caracterizado por su movilidad geográfica".


Un héroe alternativo para el siglo XX

El profesor de Cambridge considera, sin embargo, que el auténtico pionero de la cultura juvenil de la Gran Bretaña en el siglo XX fue Rolf Gardiner, padre del famoso director de orquesta John Eliot Gardiner.

Durante su paso por Cambridge en los años veinte del siglo pasado, Rolf Gardiner, un admirador del escritor DH Lawrence, formuló su ideario para la juventud, que debía expresarse más libremente y atreverse a contrariar las opiniones de sus progenitores.

Interesado en el folclore británico y fascinado por la cultura juvenil de la Alemania de la República de Weimar -incluido su culto del nudismo-, Gardiner intentó tender puentes con los jóvenes de ese país continental.

Fowler rechaza las acusaciones de quienes consideran a Gardiner un simpatizante nazi: "Sólo quería forjar amistades. Era un idealista. Individuos como Rolf Gardiner fueron los auténticos subversivos desde el punto de vista cultural: estrellas del pop antes de que éstas siquiera existieran".

o outro blog
O passado
acessos on-line